La fe es una celebración y estamos felices de reunirse para celebrar lo que hace que nuestra identidad.
El año escolar está marcada por las luces, las celebraciones.
Celebrando es un momento de intercambio, encuentro e intercambio para una apertura a la interioridad.
“Dieu a tant aimé le monde qu’il a envoyé son fils unique afin que quiconque croit en lui ait la vie éternelle.” Jn 3, 16